martes, 20 de mayo de 2014

24 - LA VIA DE BAYONA

Dicen los libros que allá por el año 1000, cuando Nájera tenía su reino (923-1113), era  peligroso para los peregrinos atravesar lo que hoy llamamos Navarra y La Rioja. Por ello algunos, hábiles como exige el mismo esfuerzo de la peregrinación, cambiaron la ruta  más habitual. Desde Bayona (Iparralde) siguieron por la costa a Hendaya e Irún. Y desde aquí también hubo dos alternativas: seguir por la costa del Cantábrico (donde también las incursiones normandas peligraban al peregrino) -que no se unía al Camino Francés hasta Melide o Arzúa- o atravesar las montañas de Gipuzkoa y el túnel de San Adrián, la llanada alavesa y Gasteiz, el difícil desfiladero de Pancorbo y la meseta de la Bureba, para unirse en Burgos al otro camino más frecuentado, al que la historia ha bautizado como el Francés.





En mi proyecto peregrino de hacer todos los caminos de la P. Ibérica y en el máxino  de variantes -rutas, época, esfuerzo, pruebas de aclimatación/superación en peores condiciones...- ya hice la parte "española" de este tramo de casi 300 kilómetros, en otoño 2003 e invierno 2004. Adaptándome a mis fechas libres y la ausencia de albergues abiertos, peregriné a base de etapas sueltas y regreso a dormir a mi domicilio en Bizkaia. Y al entrar en la meseta castellana, seguí sin parar hasta León. Lo he contado en mi entrada 3-CAMINO ALAVES (2003-04).





30.09.2003 18 h., antes de entrar en el Túnel de San Adrián. Fue mi anterior paso, etapa que llegué de noche y lloviendo a Agurain... y tuve que volver a dormir a casa, por no encontrar donde pasar la noche.


Hoy, martes 20 de mayo 2014, arranco a las 5 h. Espero que dos trenes y algún bus en Hendaya me dejen antes de mediodía en Bayona, para desde su Catedral iniciar un Camino más y diferente, esta vez hasta Burgos en una semana de siete días. Va a ser el último antes de cumplir a primeros de agosto los 50 años de mi primero -y también escrito para la historia, donde se puede leer a través del Enlace Diarios de Peregrinos- allá por el año 1965 y cuando mi reciente DNI me decía tener 17 años.  Antes de terminar 2014, el  año de mi Cincuentenario en los Caminos, aún quedan meses para alguno más.





1ª Etapa - Martes, 20.05.14  - BAYONA - IRUN, 36 kms.



Hacer el acercamiento al punto de salida en vehículos públicos y de cercanías o interurbanos lentos tiene su ventaja e inconveniente. Convivir con los trabajadores y viajeros  diarios en lo positivo y eternizarte en llegar al destino. Nada menos que siete horas me cuesta hoy pisar el suelo de Bayona, a tan sólo 130 kilómetros de mi casa donde he dormido. Entre medio, esperas. trasbordos, tramos andando.

Estación de Atxuri (Bilbao) inaugurada el 23.02.1914, donde subo al Euskotrén hoy a las 7 h.

Atxuri 1862. Entonces ya había tranvía, tirado por caballos.
A las 12,20 h. llego y visito Bayona en una hora.


Tras la obligada visita a la Catedral -siempre algo más que religión, arte y cultura-, que está abierta, y el paseo lento por la villa, arranco a andar a las 13,30.  Los franceses, grandes y necesarios colaboradores culturales y promotores del Camino, sin embargo en estas últimas décadas no han invertido nada en infraestructura para los peregrinos en la Costa Labortana. Así que me tengo que guiar por la intuición. Sólo en Biarritz un matrimonio vascofrancés, sorprendido, me pregunta si soy peregrino belga que viene a pie desde su país.



La costa y playas labortanas me muestran imágenes como ésta...
 
... y en Biarritz no me atrae entrar en el Casino, no es mi estilo.


Hasta San Juan de Luz, me lo he debido de tomar con calma y andar de más por intentar acercarme a las playas. Aquí el reloj me marca una hora muy tardía, por lo que acelero a tope y apenas disfruto hasta entrar al albergue de Irún. Es más, al hacer una carrera contrarreloj y sin conocer su dirección en una ciudad de 62.000 habitantes, camino preocupado.



A las 20,45 h. atravieso este viejo y actual paso fronterizo entre dos estados de Europa (Francia-España).


A las 21,30, tras sólo dos preguntas a paseantes, encuentro a Iñaki Zubía Egia (59) en el Albergue. Hospitalero voluntario, destaca por su efectividad y empatía, capacitado hasta "para vender madera a los canadienses" (me dice), se prepara  para atravesar el estrecho de Gibraltar a nado con su hermano Luis, que no tiene piernas.



Dormimos 35, 26 arriba en un veterano piso de un inmueble de vecinos humildes, en buenas condiciones; y 9 abajo en la lonja-sótano, también en literas y aceptables condiciones. Todos empiezan aquí y van por el Camino de la Costa. Bueno, menos mi "vecino" de cama, vitoriano de 29 años, que madrugará mañana para coger el tren a Bayona y de allí hacer a pie el Baztanés hasta Iruña, que a mí aún me falta. Tomo nota en mi "agenda". Igual lo hago este año.
 
2ª Etapa -  Miércoles, 21.05.14 - IRUN - TOLOSA, 48 kms.



De 6,10 a 21,45 h. Una etapa en total soledad peregrina muy dura. Gipuzkoa es provincia pequeña, montañosa, rica y habitada. Los pueblos y caseríos, los ríos y vías de comunicación casi no encuentran sitio. Hoy es un subibaja, tan cerca de la naturaleza como de la modernidad y el asfalto. Decir Oiartzun, Astigarraga, Hernani, Andoain y Villabona sólo es nombrar a los núcleos más poblados que atravieso antes de llegar a la que fuera capital de la provincia hace 250 años, Tolosa.



7,57 h. cerca de Donostia. Antiguo... ¿mojón de distancia?
Oiartzun
Naturaleza que atraviesa este peregrino, la misma que el de hace mil años.
Ingenio del lugareño para que las gallinas salgan a picar sin caer al río.
Muchos en Gipuzkoa la piden con letras de molde y en "tribunas" muy visibles. También lo ve el peregrino.

Hay belleza sin par. Solo voy a destacar tres hechos/lugares. 1. Mi paso  por el Restaurante Mugaritz, en plena naturaleza en Astigarraga, ese que anda con varias estrellas "Michelín" y en los primeros puestos mundiales del bien comer.  Estoy a falta de agua y me regala una botella de medio litro de Mondariz, que agradezco aunque es de cristal y copia de las que empezó a envasar allá por 1.873.




Astigarraga. En el corazón de las montañas guipuzcoanas, éste  es el enclave del restaurante Mugaritz. Ahora está en un estado de gloria mundana.
2.  Las vistas de la bahía donostiarra (San Sebastián, para los "extranjeros") desde Santiagomendi, donde me permito un descanso de 45 minutos, un poco extasiado por los recuerdos de mi paso en otoño de 2003 y a la vez preocupado por la galerna o viento huracanado que en ese momento se produce y que puede ser el principio de mayores males.



Santiagomendi. Sencilla la ermita pero grande en vistas el lugar, aunque a mediodía el tiempo está enrabietado y amenazador, pero  aún me deja ver al fondo a la derecha la hermosa bahía donostiarrra.

3. Aunque almuerzo a gusto en Hernani, no he debido de ingerir estos dos días los alimentos más convenientes para el cuerpo en mi esfuerzo. De 18 a 19,30 h. lo paso mal antes de llegar a Villabona. Un atasco en mi intestino recto. Mal física y mentalmente. Como nunca me ha pasado antes, me hago demasiadas imaginaciones negativas.  Al final consigo defecar sin ayuda, de manera más propia de como se cuenta en chistes y anécdotas. Obviamente, de esto no hago fotos.



Me parece poco importante contar que tras llegar a las 21 h. al  "cuartelillo" de la polizia de Tolosa, el de guardia no sepa  nada de que estamos en la Via de Bayona ni del mundo peregrino. Pero al menos sabe tirar del teléfono y consigue al de un rato que sus compañeros me retrocedan dos kilómetros al Zuloaga Txiki, que no es precisamente un albergue de peregrinos, pero en el que duermo, solo claro, la noche por 7,70 euros. Me llega la medianoche, tras los preparativos de cama y despacho, aseos y escritura pertinente.



Tolosa: En el Zuloaga Txiki, sólo, me preparo yo mismo la cama y el "despacho" para escribir la crónica del día en mi agenda de las trincheras.


3ª Etapa - Jueves, 22.05.14 - TOLOSA - AGURAIN, 59 kms.



De 6,10 h. a...   Hoy me espera una etapa inmensa, de kilómetros, montaña... y probable soledad, y  si además llueve...
 

Saliéndome los planes casi bien, espero llegar a Aguarain  hacia las 21,30 h. Para ello, me propongo un ritmo constante y recortando muy bien las paradas. Tengo que estar andando al menos 14 h. y superar los 4 k/h de media. A las 10 h. termino en Kz Gunea de Legorreta de actualizar mi blog hasta aquí. Me quedan unos 45 k. y subir a la montaña, el túnel de San Adrián,  atravesar la sierra de Aitzgorri... ¡Aurrera beti, Per Bat!



En el túnel de San Adrián me relajo y entretengo casi una hora, con las fotos, el saludo a caballos y vacas y disfrutando con mi imaginación en el paso de los antepasados y sus medios. Pero la lluvia no me perdona. Casi lo peor es el barro que deja, en el que me meteré en algún momento hasta la rodilla... y tiene algo más, mierda del ganado.
Me vuelve a impresionar la calzada medieval (¿o romana?), que a partir del túnel y hasta unos tres kilómetros y llegar a la cota de máxima altura, está casi igual que hace mil años. ¡Ha sido una suerte que ningún organismo la haya arreglado!
Conseguido. La jornada ha sido muy dura, como la esperaba. La lluvia a ratos, el asfalto, la distancia, el ascenso a la Sierra -desde Zegama al Túnel de San Adrián y más arriba-, el de nuevo pronunciado descenso a Zalduondo...



A las 14,30 llego a Segura y vuelvo a perderme, aunque sólo sea un kilómetro de más. Pero a estas alturas y con lo que me queda, es como una puñalada para el peregrino sufridor. A las 16,30, tras comer rápido un bocadillo y una caña de cerveza, inicio la parte más dura, el ascenso.



Se me hace largo llegar al túnel, a las 18 h. Ha llovido y vuelve a llover, me mojo, los charcos y barros me van albardando. Tengo que sacar fotos. También la máquina, ya vieja, se me resiste un poco, y la lluvia no me ayuda. Pero disfruto en el sufrimiento poniendo la mente en la suerte que tengo de pisar las mismas piedras -calzada medieval de más de nueve kilómetros- que patearon tantos antepasados y algunos peregrinos hace ya mil años.



Desde la cota más alta, que se pasa en plena Sierra de Aizgorri, se puede montañear a muchos lugares.

Solo, solo, solo. Como vengo desde Baiona, hace unos 120 kms. y como probablemente seguiré hasta Burgos, tres jornadas más. A las 22 h. entro en Agurain y oigo las campanadas de una de sus dos inmensas iglesias. A las 22,30 Jesús me sitúa en el Albergue, donde el holandés que me acaba de preceder en la llegada, se debe de estar duchando y tarda en abrirnos lo que me parece una eternidad.



Guillermo, 27 años, 1,72 m., 59 kgs. viene desde Lisboa a Burdeos en bici, ya lleva 3000 kms... pero ha hecho muchas más "barbaridades", como le dicen su amigos. La charla con él, el lavado personal y de la ropa y zapatillas -llego lleno de barro y de mierda (sic) de rodillas para abajo- escribir la crónica del día... son las 11,45 h. cuando dejo caer mi cuerpo en la litera.



4ªEtapa - Viernes, 23.05.14 - AGURAIN - LA PUEBLA DE ARGANZON,  47 kms.



Todavía antes de depositarme en la cama anoche,  al inscribirme en el registro y sellarme credencial y agenda personal,  tengo la paciencia de hacer un estudio de los que han pasado por aquí. En los últimos 25 días constamos inscritos 16: 15 a pie y uno en bici (Guillermo).  3 españoles, 2 catalanes, 2 vascos, 5 franceses, 2 alemanes, 1 danés y 1 holandés. 12 hombres y 3 mujeres. Todos, salvo Guillermo, estamos entre 58 y 75 años.  Este estudio y lo que veo y me dice Iñaki en el Albergue de Irún, demuestra que esta Vía de Bayona está muy poco frecuentada.



Como ayalés de origen y nacimiento, y poseedor de su Fuero y divulgador de su larga Historia (desde el año 860), no puedo dejar de detenerme en el Santuario de Ayala, que fuera parroquia de un pueblo ya desaparecido muy cerca de lo que hoy se llama legalmente  Alegría-Dulantzi.

Salgo a las 7,30 y no hay donde desayunar. Tomo la vieja N1 casi solitaria, desde donde disfruto del paisaje gris plomizo del asfalto y el cielo, el verde abundante de los trigales de la llanada alavesa y el de los montes cercanos,  ya crecidos como la propia primavera. Asumo la lluvia, que se está anunciando. El paso por la Ermita de Ayala es para mí obligado, como ayalés de pura raza y estudioso de nuestra Tierra y Fuero que se iniciara allá por el año 860. 
 

Hoy toca la Llanada Alavesa por la mañana. Campos verdes del trigo ya crecido, montes detrás de otro verde  que les da la primavera ya avanzada, y entros ellos y salpicadas como los oasis en el gran desierto, las pequeñas aldeas donde aún las iglesias se yerguen altivas sobre el caserío. Hoy, además, otro color domina, el gris plomizo del asfalto y de las nubes, que no tardarán en descargar y mojarme.

A las 11, casi empapado y muy debilitado por la falta de ingesta de alimentación imprescindible, llego a Elburgo. Y me dan malas noticias a la entrada, que no hay bar ni nada que me alimente. Upe (46), la administrativa del Ayuntamiento, me va a salvar.   Con su empatía, efectividad y un café con leche y tres trufas de las de Goya de Vitoria  (las mejores del mundo) ya vuelvo a estar en forma total para seguir hasta Gasteiz. Lo de menos es que siga empapado de rodillas para abajo. Más importante me parece la pequeña charla con ella y la media hora en que pongo al día mi crónica de urgencia en este blog.

Ermita y algo más en la entrada de Elburgo. (10,50 h.)

Milla esker, Upe.  Elburgo 12,10 h... marchando a Gasteiz!   Llueve y me vuelvo a mojar, que no hay cobijo, y además por el arcén de la N1. Almuerzo en la barra del primer bar que pillo en Elorriaga. Atravesar Vitoria-Gasteiz es muy largo. Y nada se parece al de 1960/65, cuyas campas que correteabamos de chavales ahora son ruidosas avenidas de la urbe. Me salto el paso por Armentia, a pesar de ser uno de los lugares imprescindibles de ver en esta etapa. Ya lo conozco. Ya lo visité con cierto detalle en mi paso del invierno de  2004. 



A la salida de la ciudad, tirado en un parque, seco y descanso pies que se han cocido con la lluvia y la marcha que llevo. Sigo en chancletas de playa, vamos casi descalzo. Me saluda, me pregunta, me quiere ayudar Josetxo (49), el del Restaurante Paracuatro. Con la charla y el café, a él se le pasa la hora de recoger a su hija y a mí se me secan las prendas y se me levanta el ánimo, pero el reloj ha corrido  unos 50 minutos. Me dice que un peregrino, José, que viene de Jerusalén y lleva cuatro años en el Camino, me lleva sólo dos jornadas por delante y  que charló de largo con él.



El peregrino de Jerusalén, que también va a coincidir con otro "fenómeno", Pierre Louis Blaix, con el que hoy dormiré en La Puebla y me facilitará esta foto.






Disfruto de nuevo en el último tramo, donde sigo la Senda del Pastoreo tras dejar la pequeña aldea de Subijana, meterme en el monte y escuchar a la naturaleza. Sólo me interrumpe un altavoz dando órdenes, es la inmensa cárcel de Alava, en Nanclares, que dejo lejana a mi derecha. Buen suelo y ya no llueve. Pero hay distancia, por lo que aún apretando el paso, entro a las 21,30 en mi destino de hoy, enclavado políticamente en la provincia de Burgos por extraños acuerdos/pagos del pasado. Es el aún llamado Condado de Treviño.



Entro solitario a las 21,20 h. a La Puebla de Arganzón.

Hay dos bares abarrotados de gente en la plaza del pueblo. Hay "ambiente". Y en el que hay wifi, se les ha terminado toda la comida (pintxos). El vascofrancés  Pierre Louis Blaix (61) es otro "monstruo" del Camino y de las aventuras viajeras, ansioso de escuchar las mías y contarme las suyas. En su 13º Camino en los cuatro últimos años, sube del de la Lana (Alicante-Burgos) y hace al revés la Vía de Bayona, 35/38 kms. diarios. Nos extendemos en la charla y viendo su inmenso reportaje de fotos, que con los "deberes" en el cercano albergue (en el que dormimos solos), se nos pasa ya media hora la medianoche cuando nos acostamos.



El peregrino y trotamundos vasco Pierre Louis Blaix (61) llega al Ernio (823) el 28.05.14 (10,50 h.)

5ª Etapa: Sábado, 24.05.14 - LA PUEBLA DE ARGANZON - PANCORBO, 44 kms.



De salida hoy me siento afortunado, al encontrar a las 7 h. abierto el bar pastelería del pequeño pueblo. Después me resulta bastante torrante la llegada y atravesar Miranda. Pero aún es peor que, al seguir las flechas amarillas,  me llevan al sur de la urbe y me sacan hacia Haro. Es el Camino a La Calzada. Volver al mío, con el Ebro que hasta lo miro para vadearlo por si acorto, me cuesta una hora, más de cuatro kilómetros andados de más, por zona de mínimo atractivo y con el cabreo encima.


En este cerezo de la aldea de Ribaguda, a las 10 h. como las primeras cerezas del año directamente del árbol, mientras charlo distendidamente con su propietario.
Miranda de Ebro. A mediodía regreso río Ebro arriba porque las amarillas me llevaban para La Calzada. El cansancio nos debilita también la mente. He dudado si badearlo para atajar, craso error.  "Sólo" he perdido una hora.


Almuerzo -al menos el menú me parece bueno  y barato, 7 35 €- en el macrohospital Santiago.  No tan buena la digestión por el arcén de la ya ruidosa N1, que me obliga a tumbarme media hora a descansar en el descampado. Después sigue el lío carreteril al acercarse al dificil paso del Desfiladero de Pancorbo, donde el ruido, olor a gasolina y sensaciones se me hacen agobiantes. Me espabilo  tras otro descanso tumbado en un banco junto a la plaza de Ameyugo  y los ánimos de dos chicas del lugar con las que camino otro largo kilómetro en la salida en su paseo de media tarde.




Desfiladero de Pancorbo 18,57 h. Es difícil encontrar y seguir el Camino. La autopista, la carretera, el ferrocarril y el río Oroncillo se disputan la reducida garganta que nos ha dejado la naturaleza, a la que andamos fastidiando con túneles y ruidos.
La llegada más prudente desde hace muchas etapas. El albergue de Pancorbo es de los frailes, está ubicado en un importante y viejo edificio, en el centro del pueblo, con el nombre exterior y el sello de "Albergue Rural La Casona". De nuevo me encuentro en su bar con un ambiente abarrotado, por la "locura" televisada de la final de la Liga de Campeones de Europa entre los dos equipos de Madrid.



También de  nuevo me cruzo en el Camino y  en el albergue durante la noche con otro personaje. Barthelemy Sornin (42) es un discreto francés que se dice de pueblo, que vive en el sur a unos 100 kms. de Turin.  El 24 de abril salió en bicicleta para Santiago, pasando por Bayona y Bilbao. Regresa en una ruta circular y exclusivamente suya, saltando Caminos, para llegar a casa hacia el 20 de Junio. Hace etapas de entre 150 y 300 kms. Al final calcula hará 4.500. Me pregunta por la distancia y carreteras a Jaca, donde le animo puede llegar bien mañana. No parece forofo del fútbol y sí de la discreción. Domina el castellano, para nada los medios internáuticos, y escribe mucho y con buena letra en un cuaderno a la vieja usanza.



Ambos escribimos en una mesa pequeña debajo de la tele grande, sufriendo la algarabía de los forofos futboleros. Me parece oir un estruendo en ella y certifico  que sí lo hay entre la gente. Ha sido el salto del Presidente del Madrid cuando en el minuto 93 ha empatado el partido. ¡Para más inri para nosotros...media hora más! Nos vamos a la cama. No nos interesa este fútbol ni esta locura, opio casi gratuito para alimentar y desviar a la masa de los verdaderos problemas.




6ª Etapa: Domingo, 25.05.14 - PANCORBO -BURGOS, 43 kms.



Como es festivo, aquí hoy no madruga ningún bar, a pesar de ser paso inevitable en la ruta de vehículos. De salida, a las 6,50 h. sólo veo patrullar a la Guardia Civil. ¡Pero si no hay nadie!



A la entrada a Briviesca, desder el puente me sorprende la belleza de este río



Me voy por el arcén de la N1 casi vacía. Sé que me espera una etapa aburrida, aunque me meta por los pueblos casi desiertos hoy. Me voy planteando si llegar hasta Burgos, que pasa de los 60 kms.,  en un esprín continuado y aburrido, o pernoctar en Quintanavides o el Monasterio de Rodilla, que ya conozco de mi paso anterior por ellos andando en el invierno de 2004. La amenaza constante de lluvia y la debilidad por falta de alimento me preocupan.



Según esta información, aún me quedan a Burgos por el Camino más de 30 kms.
Entro en  Calzada de Bureba, pero está como deshabitado en lo que fuera la antigua N1. Al menos, al recuperar la carretera hay un bar para desayunar. No cargo agua por olvido y luego lo sufriré. Acelero y decido intentar hasta Burgos. Pero en Prádanos tampoco hay casi nada. Bueno sí, en pocos minutos recibo  tres noticias.  El cartel de la entrada me anuncia una kilometrada superior de la esperada. La mujer del carnicero, la única que veo en la calle, me dice que no hay nada abierto en el pueblo para comer ni beber  ni fuente pública. Y la buena es que sale José Luis Contreras y me regala un chorizo de su fábrica de embutidos. "Espero que me de fuerzas para llegar hasta Burgos" se lo agradezco. ¡Ah!... y me pesa la mochila en la balanza de la carnicería y sólo marca 4,5 kgs. Claro, por eso voy tan ligero... y porque llevo todas las prendas de más peso puestas y el  paraguas y la máquina de fotos en la mano y colgada.



Ultima foto en este Camino (13,39 h.), cuando menos curiosa. Es en agradecimiento a Contreras, por el chorizo que me ha metido al macuto en Prádanos de Bureba. El cartel de los kms. a Madrid está tirado en el suelo un rato después
Los aciertos y los errores se suceden en los caminos, como en la vida misma. Y de ellos son consecuencia las suertes y las desgracias. Por ello la habilidad, el esfuerzo, la humildad, el sufrimiento... te premian más con los primeros. La tormenta de esta tarde, me pilla a cobijo de una gasolinera abandonada, curiosamente de la marca "Optima". La alcanzo  en la llanura interminable, porque acelero a tope al verla y avisarme las nubes negras que van a descargar.



Pierdo casi una hora de andar, gano en no empaparme una vez más. aunque sólo la primera de hoy, y descanso y curo pies rociándomelos en las partes más débiles de los dedos con una mercromina que llevo de emergencia en el fondo de la mochila.



Antes del alto o pequeño puerto de La Brújula, la sed me apura más que el hambre. Pido, sin éxito, agua a un matrimonio alemán que comen un bocadillo, también a secas,  en un área de descanso con arbolado. Ellos me preguntan cómo se entra y llega a la Catedral de Burgos. En unos segundos tomo una decisión que también llevo contemplada como alternativa. Me quito los más de 20 kilómetros tortuosos y peligrosos que me quedan, nada digno de ver, y que me llevarán casi de noche al destino, y les acompaño en su utilitario turismo.  No todos los alemanes tienen cochazos ni las señoras dominan el español, por lo que les ayudo como cicerone en su visita vacacional cultural a España.



Llegamos a las 16,30 h. al centro histórico y monumental de Burgos,  a un paso de la catedral, por lo que nos agradecemos educada y recíprocamente los favores. Les invito a contactar por internet, que ella dice dominar. Vuelvo a tener suerte, porque llego a la Estación de Autobuses, saco billete en Alsa, compro un bocata que me envuelven para el bus, bebo rápido la cerveza hasta con la espuma y corro para subir al vehículo ya lleno de las 17 h., directo a Bilbao.   A  las 20 h. estoy en casa, casi al mismo tiempo que llega mi compañera  de una breve estancia vacacional en el Mediterráneo.



Mi paso por San Juan de Ortega, el 14.05.2002 a las 18,50 h., en mi primer camino a pie, desde Roncesvalles a Santiago, documentado en internet en "Diario de un Peregrino Herido".  Hoy termino mi andadura del 24º Camino diferente a pocos kilómetros de este inolvidable lugar para los peregrinos.

En resumen rápido, un nuevo y diferente Camino en mi ambicioso objetivo, con 277 kilómetros andados, de nuevo totalmente sólo, en seis jornadas, a una media diaria de 46,17. Una vez más, muy enriquecedor para la mente y la salud, pero al llegar a casa la báscula sólo marca 60,7 kilogramos para mi cuerpo desnudo. Aunque hace ya más de 46 años que no bajo a esa cifra, mi musculatura y salud física y mental creo que están muy bien. Ya programo otro Camino diferente para el próximo otoño, tras el cual habré cerrado otro ciclo en mi objetivo de... "25 Caminos a pie diferentes en 50 años". Son los Caminos de Per Bat.   






 







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